Hoy, 56 periódicos en 45 países han decidido dar el paso sin precedentes de hablar con una sola voz a través de un editorial común. Lo hacemos porque la humanidad se enfrenta a una grave emergencia.
Si no nos unimos para emprender acciones decisivas, el cambio climático causará estragos en nuestro planeta y, con él, en nuestra prosperidad y nuestra seguridad. Los peligros son evidentes desde hace una generación. Ahora, los hechos han empezado a hablar por sí solos: 11 de los últimos 14 años han sido los más calientes que se registran, el casquete polar del Ártico está derritiéndose y la increíble subida de los precios del petróleo y los alimentos el año pasado nos ofrece un anticipo del caos que se avecina. En las publicaciones científicas, la cuestión ya no es si la culpa es de los seres humanos, sino cuánto tiempo nos queda para limitar los daños. Y, sin embargo, hasta ahora, la respuesta del mundo ha sido débil y desganada.
El cambio climático se ha ido produciendo durante siglos, tiene consecuencias que persistirán para siempre y nuestras perspectivas de controlarlo se van a decidir en los próximos 14 días. Pedimos a los representantes de los 192 países reunidos en Copenhague que no vacilen, que no caigan en disputas, que no se echen las culpas unos a otros, sino que aprovechen la oportunidad surgida del mayor fracaso político contemporáneo. Ésta no debe ser una lucha entre el mundo rico y el mundo pobre, ni entre el Este y Occidente. El cambio climático afecta a todos, y todos deben resolverlo.
La base científica es compleja pero los datos están claros. El mundo necesita tomar medidas para limitar el ascenso de la temperatura a 2 grados centígrados, un objetivo para el que será preciso que las emisiones mundiales alcancen su tope y empiecen a disminuir entre los próximos cinco y 10 años. Una subida mayor, de 3 o 4 grados centígrados -el mínimo aumento que, siendo prudentes, podemos prever si no se hace nada-, secaría los continentes y convertiría tierras de cultivo en desiertos. Podría extinguirse la mitad de todas las especies, millones de personas se verían desplazadas y el mar inundaría países enteros.
Son pocos los que creen que, a estas alturas, pueda salir de Copenhague un tratado perfectamente definido; sólo fue posible empezar a avanzar verdaderamente en esa dirección con la llegada del presidente Obama a la Casa Blanca y el cambio total en la política de obstruccionismo que Estados Unidos mantenía desde hace años. Y el mundo sigue estando a merced de la política interior norteamericana, porque el presidente no puede comprometerse por completo a emprender las acciones necesarias hasta que el Congreso lo autorice.
Pese a ello, los políticos, en Copenhague, pueden y deben ponerse de acuerdo en los elementos esenciales de un acuerdo justo y eficaz y, sobre todo, en un calendario firme para que ese acuerdo se convierta en tratado. Deberían imponerse como plazo la reunión de la ONU sobre el clima que se celebrará el próximo mes de junio en Bonn. Como dice un negociador: "Podemos ir a la prórroga, pero no podemos permitirnos el lujo de volver a jugar el partido".
El núcleo del acuerdo debe ser un pacto entre los países ricos y los países en vías de desarrollo que aborde cómo se va a repartir la carga de luchar contra el cambio climático y cómo vamos a compartir algo que ahora es muy valioso: el billón aproximado de toneladas de carbono que podemos emitir antes de que el mercurio ascienda a niveles peligrosos.
Las naciones ricas son aficionadas a señalar la verdad aritmética de que no puede haber solución hasta que algunos gigantes en vías de desarrollo como China tomen medidas más radicales que hasta ahora. Pero el mundo rico es responsable de la mayor parte del carbono acumulado en la atmósfera, tres cuartos del dióxido de carbono emitido desde 1850. Ahora tiene el deber de tomar la iniciativa, y cada país desarrollado debe comprometerse a serias reducciones que disminuyan sus emisiones a un nivel muy inferior al de 1990 de aquí a 10 años.
Los países en vías de desarrollo pueden destacar que no son ellos los causantes del grueso del problema y que las regiones más pobres del mundo van a ser las más afectadas. Pero van a contribuir cada vez más al calentamiento y, por consiguiente, también ellos deben comprometerse a emprender acciones significativas y cuantificables. Aunque no han llegado a lo que algunos esperaban, los recientes compromisos de los dos mayores contaminantes del mundo, Estados Unidos y China, han sido pasos importantes en la debida dirección.
La justicia social exige que el mundo industrializado rebusque en su cartera y se comprometa a dar dinero para ayudar a los países más pobres a adaptarse al cambio climático y a suministrarles tecnologías limpias que les permitan tener un crecimiento económico sin aumentar sus emisiones. También es preciso fijar la arquitectura de un futuro tratado, con una rigurosa vigilancia multilateral, recompensas justas a cambio de la protección de los bosques y la evaluación creíble de la "exportación de emisiones" para que la carga acabe repartiéndose de forma más equitativa entre quienes fabrican productos contaminantes y quienes los consumen. Y la justicia exige también que la carga que corresponda a cada país desarrollado tenga en cuenta su capacidad de soportarla; por ejemplo, los miembros más nuevos de la UE, a menudo, mucho más pobres que "la vieja Europa", no deben sufrir más que sus socios más ricos.
La transformación será cara, pero mucho menor que la factura de rescatar al sector financiero mundial, y mucho menos costosa que las consecuencias de no hacer nada.
Muchos de nosotros, sobre todo en los países desarrollados, tendremos que cambiar nuestro estilo de vida. La era de los vuelos que cuestan menos que el trayecto en taxi al aeropuerto se acerca a su fin. Tendremos que comprar, comer y viajar de forma más inteligente. Tendremos que pagar más por nuestra energía y utilizarla menos.
Pero el paso a una sociedad que emita poco carbono ofrece la perspectiva de más oportunidades que sacrificios. Ya hay algunos países que han reconocido que hacer esa transformación puede aportar crecimiento, puestos de trabajo y mejor calidad de vida. El flujo de capitales es un dato significativo: el año pasado, por primera vez, se invirtió más en formas renovables de energía que en producir electricidad a partir de combustibles fósiles.
Para librarnos de nuestra adicción al carbono en sólo unas décadas serán necesarias proezas de ingeniería e innovación comparables a las más grandes de nuestra historia. Pero, mientras que la llegada del hombre a la Luna o la división del átomo surgieron del conflicto y la rivalidad, la carrera del carbono debe nacer de un esfuerzo de colaboración para lograr la salvación colectiva.
La victoria sobre el cambio climático exigirá un triunfo del optimismo sobre el pesimismo, de la visión de futuro sobre la estrechez de miras, de lo que Abraham Lincoln llamó "los ángeles buenos de nuestra naturaleza".
Ése es el ánimo con el que periódicos de todo el mundo hemos firmado conjuntamente este editorial. Si nosotros, con puntos de vista nacionales y políticos tan diferentes, podemos ponernos de acuerdo sobre lo que hay que hacer, seguro que nuestros dirigentes también son capaces de hacerlo.
Los políticos presentes en Copenhague tienen el poder de determinar cómo nos juzgará la historia: una generación que vio un reto y le hizo frente, o una tan estúpida que vio el desastre pero no hizo nada para evitarlo. Les rogamos que tomen la decisión acertada.
Este artículo lo suscriben los siguientes periódicos: Süddeutsche Zeitung (Alemania), Gazeta Wyborcza (Polonia), Der Standard (Austria), Delo (Eslovenia), Vecer (Eslovenia) Zimbabue Botsuana (Suráfrica) (Suráfrica), Dagbladet Information (Dinamarca), Politiken (Dinamarca), Dagbladet (Noruega), The Guardian (Reino Unido), Le Monde (Francia), Libération (Francia), La Repubblica (Italia), EL PAÍS (España), De Volkskrant (Holanda), Kathimerini (Grecia), Publico (Portugal), Hurriyet (Turquía), Novaya Gazeta (Rusia), Irish Times (Irlanda), Le Temps (Suiza), Economic Observer (China), Southern Metropolitan (China), CommonWealth Magazine (Taiwan), Joongang Ilbo (Corea del Sur), Tuoitre (Vietnam), Brunei Times (Brunei), Jakarta Globe (Indonesia), Cambodia Daily (Camboya), The Hindu (India), The Daily Star (Bangladesh), The News (Pakistán), The Daily Times (Pakistán), Gulf News (Dubai), An Nahar (Líbano), Arabic Gulf Times (Qatar), Maariv (Israel), The Star (Kenia), Daily Monitor (Uganda), The New Vision (Uganda), Zimbabwe Independent (Zimbabue), The New Times (Ruanda), The Citizen (Tanzania), Al Shorouk (Egipto), Botswana Guardian (Botsuana), Mail & Guardian (Suráfrica), Business Day (Suráfrica), Cape Argus (Suráfrica),Toronto Star (Canadá), Miami Herald (EE UU), El Nuevo Herald (EE UU), Jamaica Observer (Jamaica), La Brújula Semanal (Nicaragua), El Universal (México), Zero Hora (Brasil), Diario Catarinense (Brasil), Diaro Clarín (Argentina).
Si no nos unimos para emprender acciones decisivas, el cambio climático causará estragos en nuestro planeta y, con él, en nuestra prosperidad y nuestra seguridad. Los peligros son evidentes desde hace una generación. Ahora, los hechos han empezado a hablar por sí solos: 11 de los últimos 14 años han sido los más calientes que se registran, el casquete polar del Ártico está derritiéndose y la increíble subida de los precios del petróleo y los alimentos el año pasado nos ofrece un anticipo del caos que se avecina. En las publicaciones científicas, la cuestión ya no es si la culpa es de los seres humanos, sino cuánto tiempo nos queda para limitar los daños. Y, sin embargo, hasta ahora, la respuesta del mundo ha sido débil y desganada.
El cambio climático se ha ido produciendo durante siglos, tiene consecuencias que persistirán para siempre y nuestras perspectivas de controlarlo se van a decidir en los próximos 14 días. Pedimos a los representantes de los 192 países reunidos en Copenhague que no vacilen, que no caigan en disputas, que no se echen las culpas unos a otros, sino que aprovechen la oportunidad surgida del mayor fracaso político contemporáneo. Ésta no debe ser una lucha entre el mundo rico y el mundo pobre, ni entre el Este y Occidente. El cambio climático afecta a todos, y todos deben resolverlo.
La base científica es compleja pero los datos están claros. El mundo necesita tomar medidas para limitar el ascenso de la temperatura a 2 grados centígrados, un objetivo para el que será preciso que las emisiones mundiales alcancen su tope y empiecen a disminuir entre los próximos cinco y 10 años. Una subida mayor, de 3 o 4 grados centígrados -el mínimo aumento que, siendo prudentes, podemos prever si no se hace nada-, secaría los continentes y convertiría tierras de cultivo en desiertos. Podría extinguirse la mitad de todas las especies, millones de personas se verían desplazadas y el mar inundaría países enteros.
Son pocos los que creen que, a estas alturas, pueda salir de Copenhague un tratado perfectamente definido; sólo fue posible empezar a avanzar verdaderamente en esa dirección con la llegada del presidente Obama a la Casa Blanca y el cambio total en la política de obstruccionismo que Estados Unidos mantenía desde hace años. Y el mundo sigue estando a merced de la política interior norteamericana, porque el presidente no puede comprometerse por completo a emprender las acciones necesarias hasta que el Congreso lo autorice.
Pese a ello, los políticos, en Copenhague, pueden y deben ponerse de acuerdo en los elementos esenciales de un acuerdo justo y eficaz y, sobre todo, en un calendario firme para que ese acuerdo se convierta en tratado. Deberían imponerse como plazo la reunión de la ONU sobre el clima que se celebrará el próximo mes de junio en Bonn. Como dice un negociador: "Podemos ir a la prórroga, pero no podemos permitirnos el lujo de volver a jugar el partido".
El núcleo del acuerdo debe ser un pacto entre los países ricos y los países en vías de desarrollo que aborde cómo se va a repartir la carga de luchar contra el cambio climático y cómo vamos a compartir algo que ahora es muy valioso: el billón aproximado de toneladas de carbono que podemos emitir antes de que el mercurio ascienda a niveles peligrosos.
Las naciones ricas son aficionadas a señalar la verdad aritmética de que no puede haber solución hasta que algunos gigantes en vías de desarrollo como China tomen medidas más radicales que hasta ahora. Pero el mundo rico es responsable de la mayor parte del carbono acumulado en la atmósfera, tres cuartos del dióxido de carbono emitido desde 1850. Ahora tiene el deber de tomar la iniciativa, y cada país desarrollado debe comprometerse a serias reducciones que disminuyan sus emisiones a un nivel muy inferior al de 1990 de aquí a 10 años.
Los países en vías de desarrollo pueden destacar que no son ellos los causantes del grueso del problema y que las regiones más pobres del mundo van a ser las más afectadas. Pero van a contribuir cada vez más al calentamiento y, por consiguiente, también ellos deben comprometerse a emprender acciones significativas y cuantificables. Aunque no han llegado a lo que algunos esperaban, los recientes compromisos de los dos mayores contaminantes del mundo, Estados Unidos y China, han sido pasos importantes en la debida dirección.
La justicia social exige que el mundo industrializado rebusque en su cartera y se comprometa a dar dinero para ayudar a los países más pobres a adaptarse al cambio climático y a suministrarles tecnologías limpias que les permitan tener un crecimiento económico sin aumentar sus emisiones. También es preciso fijar la arquitectura de un futuro tratado, con una rigurosa vigilancia multilateral, recompensas justas a cambio de la protección de los bosques y la evaluación creíble de la "exportación de emisiones" para que la carga acabe repartiéndose de forma más equitativa entre quienes fabrican productos contaminantes y quienes los consumen. Y la justicia exige también que la carga que corresponda a cada país desarrollado tenga en cuenta su capacidad de soportarla; por ejemplo, los miembros más nuevos de la UE, a menudo, mucho más pobres que "la vieja Europa", no deben sufrir más que sus socios más ricos.
La transformación será cara, pero mucho menor que la factura de rescatar al sector financiero mundial, y mucho menos costosa que las consecuencias de no hacer nada.
Muchos de nosotros, sobre todo en los países desarrollados, tendremos que cambiar nuestro estilo de vida. La era de los vuelos que cuestan menos que el trayecto en taxi al aeropuerto se acerca a su fin. Tendremos que comprar, comer y viajar de forma más inteligente. Tendremos que pagar más por nuestra energía y utilizarla menos.
Pero el paso a una sociedad que emita poco carbono ofrece la perspectiva de más oportunidades que sacrificios. Ya hay algunos países que han reconocido que hacer esa transformación puede aportar crecimiento, puestos de trabajo y mejor calidad de vida. El flujo de capitales es un dato significativo: el año pasado, por primera vez, se invirtió más en formas renovables de energía que en producir electricidad a partir de combustibles fósiles.
Para librarnos de nuestra adicción al carbono en sólo unas décadas serán necesarias proezas de ingeniería e innovación comparables a las más grandes de nuestra historia. Pero, mientras que la llegada del hombre a la Luna o la división del átomo surgieron del conflicto y la rivalidad, la carrera del carbono debe nacer de un esfuerzo de colaboración para lograr la salvación colectiva.
La victoria sobre el cambio climático exigirá un triunfo del optimismo sobre el pesimismo, de la visión de futuro sobre la estrechez de miras, de lo que Abraham Lincoln llamó "los ángeles buenos de nuestra naturaleza".
Ése es el ánimo con el que periódicos de todo el mundo hemos firmado conjuntamente este editorial. Si nosotros, con puntos de vista nacionales y políticos tan diferentes, podemos ponernos de acuerdo sobre lo que hay que hacer, seguro que nuestros dirigentes también son capaces de hacerlo.
Los políticos presentes en Copenhague tienen el poder de determinar cómo nos juzgará la historia: una generación que vio un reto y le hizo frente, o una tan estúpida que vio el desastre pero no hizo nada para evitarlo. Les rogamos que tomen la decisión acertada.
Este artículo lo suscriben los siguientes periódicos: Süddeutsche Zeitung (Alemania), Gazeta Wyborcza (Polonia), Der Standard (Austria), Delo (Eslovenia), Vecer (Eslovenia) Zimbabue Botsuana (Suráfrica) (Suráfrica), Dagbladet Information (Dinamarca), Politiken (Dinamarca), Dagbladet (Noruega), The Guardian (Reino Unido), Le Monde (Francia), Libération (Francia), La Repubblica (Italia), EL PAÍS (España), De Volkskrant (Holanda), Kathimerini (Grecia), Publico (Portugal), Hurriyet (Turquía), Novaya Gazeta (Rusia), Irish Times (Irlanda), Le Temps (Suiza), Economic Observer (China), Southern Metropolitan (China), CommonWealth Magazine (Taiwan), Joongang Ilbo (Corea del Sur), Tuoitre (Vietnam), Brunei Times (Brunei), Jakarta Globe (Indonesia), Cambodia Daily (Camboya), The Hindu (India), The Daily Star (Bangladesh), The News (Pakistán), The Daily Times (Pakistán), Gulf News (Dubai), An Nahar (Líbano), Arabic Gulf Times (Qatar), Maariv (Israel), The Star (Kenia), Daily Monitor (Uganda), The New Vision (Uganda), Zimbabwe Independent (Zimbabue), The New Times (Ruanda), The Citizen (Tanzania), Al Shorouk (Egipto), Botswana Guardian (Botsuana), Mail & Guardian (Suráfrica), Business Day (Suráfrica), Cape Argus (Suráfrica),Toronto Star (Canadá), Miami Herald (EE UU), El Nuevo Herald (EE UU), Jamaica Observer (Jamaica), La Brújula Semanal (Nicaragua), El Universal (México), Zero Hora (Brasil), Diario Catarinense (Brasil), Diaro Clarín (Argentina).
lo triste es que no estamos muy conscientes de lo que esta pasando pero cuando haya algo bien grande bien catastrófico,,no habrá nada que hacer
ResponderEliminarje penser qu-es cet des presidentesde tou le monde fait le conaisses de pas le probleme
ayudemos pero de verdad y como hacerlo como exigir políticas de cambio como influir en la juventud ????????????
ResponderEliminarDrastico, el cambio tiene que ser drastico... trabajar solo para levantar el planeta y no para levantar a los ricos... SALGAMOS TODOS A LAS CAYES COMO ANTES
ResponderEliminarla acción debe ser violenta, atacar contra los intereses de quienes tienen el poder de detener esto.
ResponderEliminara travez del dialogo o la relexión no se llegará a nada ya que estas personas no tienen ética. su única ética es el capital.
la verdad..esque siempre se habla de esto ya venimos viendolo desde hace cuantos años? pero por mas que se diga y por mas que se hable...la triste verdad...esque no pasa nada cuando deveria pasar mucho la pregunta es que podemos hacer ante este problema...como enfrentar poderes y claro..cual seria la solucion hay tantas preguntas que las personas simplemente se aturden y por mucho que se hable mientras no haya un movimiento que conteste esas preguntas desgraciadamente no pasara nada
ResponderEliminarPor que se postulan para presidente, para ayudar y representar al pueblo?, mentira, para estar en una posición privilegiada que le asegure un buen futuro. Por eso es difícil (pero no imposible) que existan cambios en este y otros temas tan importantes, porque todos ellos defienden sus intereses personales, como lo hizo Bush en su momento.
ResponderEliminarhay ser franco... todos somos culpables. supuestamente EEUU y China son los mas contaminantes verdad?
ResponderEliminarpero quienes son los que hacen que estos paises sean los mas industrializados?.. todos nosotros, el resto de los paises pobres que les vendemos materia prima y compramos sus productos terminados.
¿que pasaria si nos ponemos deacuerdo en no venderles ni comprarles mas productos?
Chavez habla mucho pero.. el le vende millones de dolares en petroleo a EEUU..
mucha gente esta muriendo por el cambio climatico en todo el mundo.. nadie quiere cambiar las cosas porque perderia dinero, esa es la verdad.
tenemos que admitirlo de una buena vez: los presidentes son solo una persona, quienes deciden son las grandes corporaciones, el problema del hambre en africa, la contaminación, etc tiene una sola causa: EL CAPITALISMO
Martin cito el libro "el capital" de Marx jajaja
ResponderEliminarEs muy simple, la discucion que se esta llevando a cabo en Copenhage no es una discucion por el cambio climatico, sino que se trata de quien debe ceder algo de su poder y su dinero...Lo lamento por mis hijos, pero gracias a la avaricia de los grandes imperios, ellos van a tener un mundo catastrofico.
Siempre se puede hacer algo!!!... el hecho de que lo estemoshablando significa que parte de la accion ya esta en marcha.
ResponderEliminarY mas alla de lo que surja de la reunion cumbre, las acciones de millones de usuarios de internet,unidos por un bien comun, pueden torcer el brazo de cualquier maquinaria capitalista.
Hagamos como los periodicos del mundo,aunemos criterios, tiremos ideas al ciberespacio y pongamoslas en practica todos!!!
javier, si te da risa Marx mejor te cito a Hitler en su libro "Mein Kampf" hablando del capitalismo:
ResponderEliminar"La lucha politica, en todos los partidos que se dicen de orientacion burguesa, se reduce en verdad a la sola disputa de escaños parlamentarios, en tanto que las convicciones y los principios se echan por la borda cual sacos de lastre..."
segui culpando a los grandes imperios mientras te compras camisas de oferta hechas por niños desnutridos de la China.
y recorda que sea cual sea tu pais, si estuviera en la pocicion economica de EEUU haria exactamente lo mismo ya que el sistema mismo impone las acciones de los paises
Que industria existe actualmente en Estados Unidos?? Pero es que queda alguna??
ResponderEliminarCual es la posicion economica actual de EEUU?? pues no es otra mas que miles de millones de dolares de deuda con China...
Practicamente todo esta hecho en China, Korea, Shri Lanka, etc. Hemos enviado los trabajos de servicio al cliente a Pakistan, India y otros paises del Este. Todo esto porque de esa manera, los 'inteligentes' aumentaban sus ganancias ya que el producto les salia mas barato. El problema está en que los muy tarados ahora tienen que darse cuenta de que con ese sistema, se ha super enriquecido una gran minoria (ellos), y el resto de la gente (sus 'consumidores'), ahora en la miseria, ya no puede consumir el producto porque no tienen dinero.
Solo las politicas d eestado podran sentar bases solidas para abordar la problematica
ResponderEliminarLa unica opcion que tiene el pueblo es la de la metralleta de los votos, y no los puede endosar al enemigo
Poco importa por quien votemos, porque la realidad es que estamos dominados por los medios de comunicación (prensa y televisión) y por la banca. Ellos tienen TODO EL PODER SOBRE EL MUNDO!!!
ResponderEliminarhe leido unos cuantas opiniones y tenesi razon , hay que atacar donde mas duele y como mas duele, el dinero, tambien hay que echarse a las calles, esto ya no hay quien lo pare pero por lo menos podemos hacer que sea menos doloroso.
ResponderEliminarEn mi caso personal y para quien lo fije realmente y lo logre asimilar comparto el haber tenido la oportunidad de saber que los ejemplos de iniciativas privadas que han surgido bajo un filosofia verde van en aumento y percisamente es debido a que estamos ya en un momento de trancisiòn economica que si bien es a largo plazo por cuidar nuestros ritmos de acoplamiento ya esta impactando y echando raices a lo que los refiero es al sistema de mercadeo Social que se encuentra dentro del concepto de prosumidor el cùal pueden afinar y asimilñar mejor desde aquì: http://www.prosumidores.de/conceptoprosumidores.php?username=Sincro1990
ResponderEliminarEste sistema me cubriò en espectativas al encontrar las fases que una empresa en particular ha tenido que superar para posicionarse en el lugar que hoy ocupa manteniendo su filosofia de vivir en armonia con la naturaleza y se llama Shaklee, pueden estar seguros de que esta propuesta les dara la respuesta que buscaban: http://www.senatural.net/sn/Default.aspx?ID=3271
y quedo a su disposiciòn porque tambien me estoy entrenando en lo que resulta siempre ser para todos el mejor de los recompensas si se le empieza claramente definidos y este seminario los pondra a experimentar un enfoque nuevo y un estilo de vida transformada: http://internetyexito.com/DespertarHispano.html
Mi correo es: jfespinozac@gmail.com
Recuerden usar su potencial y su propia visiòn interior para elegir correctamente y si me contactan yo les figurare màs tal como soy para compartir lo que ya se y recibir sus comentarios.
La verdad de nada servira que haya una lluvia de ideas claras y precisas para combatir el desastre natural que ya se avecina ,por la desmedida ambición del hombre de vivir en poder y riqueza sin importarle lo que pase con sus semejantes asi tenga que sacrificar a sus congeneres y a la tierra que Dios nos brindo con toda la riqueza natural para que la sepamos administrar,sino tomamos acción ,pero me pregunto ¿qué hemos he hecho y logrado? y la respuesta es nada solo hemos conseguido destruir nuestro propio habitat,destruyendo nuestro ambiente natural,atentando contra la flora ,la fauna, contra la capa de ozono y el oxigeno,con pruebas como bombas nucleares y atomicas ,a traves de la utilización de gases toxicos para experimentos ,la utilización de los rios y mares para que sirvan como rellenos sanitarios de deshechos quimicos ,inorganicos que envenenan nuestros productos de consumo,las grandes empresas mineras de Estados Unidos y de China y de otras potencias,no han sabido respetar el habitat incluso de las personas que habitaban por el lugar causandoles enfermedades mortales como tuberculosis, cancer y otras por la emisión de carbono y el plomo que respiran los mas pequeños ,que si esto sigue asi ya no tendran futuro. Me pregunto que hacen los lideres religiosos enclavados en el Vaticano y otros lugares es que callan en forma complice y no muestran su rechazo a la destrucción que con este cambio climatico direccionado por las grandes potencias , que destruyen la mas bella creación de Dios que es la tierra y el futuro de la humanidad,todos debemos tomar conciencia de esto, y actuar de alguna forma ,como se dice: tomar el toro por las astas ,es nuestra responsabilidad no ser pasivos ante la destrucción de la vida que se avecina por la actitud soberbia,de abuso y desmedida de quienes solo ambicionan lograr sus propios intereses de poder y sobre todo economicos, nos hemos preguntado: ¿qué es lo queremos para el futuro de nuestros hijos, nietos y futura generación? lo logico es que deseemos un mundo donde se pueda habitar ,pero si seguimos asi solo de espectadores o callamos,simplemente seremos complices de nuestra propia destrucción ,debemos actuar en forma valiente y hacernos sentir y no ser cobardes ante la razón y justicia que respalda cualquier tipo de protesta contra estos mercaderes de la muerte. Es hora de empezar a luchar, unamos nuestros ideales y salgamos adelante. Atentamente. Jorge Quezada B.
ResponderEliminargracias a todos estos grandes comentarios, veo que estáis ahí...
ResponderEliminarasí que os propongo la lucha pasiva popular:
dejémos este domingo 21 de febrero todos los móviles apagados!
dejémos todos ese domingo el internet!
dejémos todos ese mismo domingo de usar el coche!
dejémos todos ese mismo día apagada la televisión!
dejémos todos el tabaco ese día!
unid os a vuestras familias, amigos y vecinos,
hablad de cara a cara, de alma a alma, unid os,
porque:
El pueblo unido jamás será vencido,
venceremos!!!
La iglesia es otra entidad capitalista, le duela a quien le duela. Y como prueba de ello están sus techos de oro, y sus grandes objetos más que valiosos para la humanidad, todos bien guardaditos mientras piden compansión por los más desamparados.No quiero levantar ahora un debate, pero dejemos a la iglesia y sus intereses a un lado.
ResponderEliminarEsto es iniciativa nuestra, propia de la humanidad y para la humanidad. Nada más allá que la de desarrollarnos. Como hicieron nuestros antepasados, en crear todo aquello que hoy dia disfrutamos.
Tiene que ser el momento, y va a ser nuestro. Pero tenemos que mentalizarnos, de que toca trabajar y mucho! Como leía antes, medidas podemos tomar, y muchas. Y sobre todo, revelarnos ante aquellas entidades que lo único que hacen es ahorrar y no invertir en I+D. PE: dejemos los vehículos motorizados de lado, no dejándolos de usar, pero si dejar de comprarles a las compañias que tienen como unica visión la explation del plomo. Pidamos a empresas elnergéticas, mayor participacion en energias renovables,¿ Cómo? pues dejando a un lado tmb sus servicios.
Sé que suena mal, pero atacar a las compañias que no ayudan a que la situación mejore, es la mejor solución posible. El bosillo para ellos es lo que más les duele, y o nos ponemos tangantes o aquí tenemos tertulia para redactar en muchos medios de comunicación durante años.
Se que lo que voy a decir no sonara bien, pero lamentablemente no creo que haya nada que podamos hacer.
ResponderEliminarTengo 38 años y cuando estaba en mis primeros años de primaria (en un colegio aleman en Argentina), los maestros nos hablaban del cambio climático, el calentamiento de la atmosfera, la desertizacion de los cultivos, el derretimiento de los polos, etc, etc, etc. Hace mas de 30 años atras y quien sabe desde cuando se sabía!!!! y sin embargo jamás escuche de eso en la tele o en los periodicos hasta hace u nos 16 o 18 años atrás.
Se estuvo ocultando por todos los medios posibles, mientras fuera posible, y como las desiciones que hay que tomar para tratar de paleralo (detenerlo no se puede) son tan drásticas, y significan dejar literalmente en la ruina a grandes poderes económico. por eso: NADA VA A PASAR !!! esa gente no tiene alma ni escrúpulos, y no les importan sus propios hijos y nietos. Ademas estan tan acostumbrados a que todos hacen lo que ellos mandan, que llegan a perder la cordura y comienzan a descreer de los informes científicon y las evidencias climáticas, se en mi corazón que esa gente cree que sólo habra una temporada de desastres ecológicos pero que como siempre ántes en la historia de la humanidad, todo se acomodara y encontrará un curso y ellos seguiran siendo los poderosos y habra subditos que sostengan sus fortunas. Estan convencidos que ellos no sufrirán consecuencia alguna, por eso siguen actuando como si nada e IMPIDIENDO que los demas nos protegamos a traves de medidas CLARAS Y FIRMES, lo siento, pero es que veo totalmente claro que esta gnte no va a ceder para perder dinero y poder. Y por otra parte ya es tan tarde...... por mucho que hagamos ya no podemos evitar lo que viene, creo que lo único que nos queda es tratar de aprendes a desarrollar antiguas técnicas para todo (cocina a leña, lavarropas a manija como antes, y asi todo, coser ropa en casa, y por sobre todo buscar mucho abrigo). Y esto lo digo porque desde hace ya varios años los informes científicos sobre estos temas que se publican sólo hablan de datos de situación pero YA NO INCLUYEN PRONOSTICOS ACERCA DE QUE O CUANDO VA A PASAR. NO LES PARECE RARO ???? QUE A LOS CIENTIFICOS LES PERMITAN DECIR COMO ESTAMOS, PERO NO QUE VA A PASAR EN LA PROXIMA DECADA ????