Bienvenidos a esta nueva sección del Blog, que cada martes se repetirá, en ella lo que os propongo es que escribáis un relato corto, este solo tendrá unas pequeñas normas que os detallaré a continuación.
Espero que poco a poco vayamos sumando adeptos en esta sección y que en poco tiempo podamos entre todos votar por el preferido de la semana.
Normas:
1.- El relato empezará con las tres últimas palabras del relato ganador de la semana anterior (si no lo hubiere, con las tres últimas del primero publicado)
2.- No podrá superar las 150 palabras.
3.- Deberá respetar las mínimas normas de educación.
Aquí os dejo el mío.
...Y de repente, sorprendido por lo inesperado de la situación, un inaudible suspiro salió de su gélida y tensa boca. Era Anmarant. Al fin, después de tantos sufrimientos, después de llorar lágrimas de sangre por su ausencia, la vio. Tal y como la había dibujado en lo más recóndito de su imaginación, fiel reflejo de aquella fugaz primera vez...
...y de repente martes.Pero como era posible? solo hacia 10 minutos de aquel maravilloso juves.El sol lucia poderoso en el cielo y ello era la premisa de unas merecidas vacaciones de semana santa,pero como de costumbre un simple parpadeo de ojos y todo se desvaneció como niebla barrida por la tramontana...y de repente martes!!
ResponderEliminarUno sin pulir...
ResponderEliminarFugaz primera vez. Fugaz momento de no retorno. Tanto tiempo había soñado con tenerte entre mis brazos, con tocarte, con sentirte, con aspirar tu aroma, con dejarme llevar por mis instintos más primarios. Y por fin ha llegado el momento.
Te abrazo. Suspiras.
Te beso. Te estremeces.
Siento tu fragilidad y me hago pequeña.
Es ahora cuando me doy cuenta de que siempre lo había sabido: somos uno; la prolongación de mis manos, de mis cabellos, de mi vida, de mi alma… ¿la tengo?
Ahora sé que sí, mi pequeño tesoro. Has nacido para devolverme la vida.
y de repente.... todo se apagó...cerré los ojos junto a su cuerpo, cada vez mas frio y me eché a llorar.
ResponderEliminarNo se cuanto tiempo estuve asi, tal vez segundos u horas, no sabría decirlo, se detuvo el tiempo..-¡No puede ser!-me repetía una y otra vez a mi mismo...- no ella no, por favor dios mio..., ella no....
Cuando quise incorporarme mis piernas no respondían, tuve que hacer un esfuerzo titánico para enderezar mis rodilas y ponerme en pie...
Abri los ojos y entonces lo vi todo, un espectaculo dantesco, cristales por el suelo, agua y sangre... si, mi gato se comio a la tortuga y rompio el terrario.
Y de repente sus ojos se cruzaron con los míos. Sentí su soledad dentro de sus grandes pupilas, estaba sola en el mundo. En su solitaria vida buscaba un hogar donde comer y vivir pero nadie reparaba en esos profundos ojos marrones que repetían: llévame esta vez, no te defraudaré. La monté en mi coche y supe en ese instante que jamás me fallaría, Ella se convirtió en el ser más leal que jamás he conocido.
ResponderEliminarCon las tres últimas... que con las tres primeras es muuuuuuuuuy fácil ;-)
ResponderEliminarFugaz primera vez, la que te vi sonriendo en la esquina. Fugaz primera sonrisa, aquella. Como fueron fugaces las que la siguieron. En el rellano de la escalera, con tu perfume inundando mis ganas de saludarte y conocerte y abrazarte; en el ascensor, conteniendo, los dos, la respiración para evitar que el otro notara un corazón desbocado; en la tienda de la esquina, en la parada de autobús, incluso en la ventana del patio interior.
ResponderEliminarPoco a poco, las sonrisas, las miradas, los suspiros abandonaron la fugacidad y se volvieron tranquilos, reposados, atrevidos. Y compartimos más que sonrisas, miradas y suspiros. Compartimos más que rellanos, ascensores, tiendas, paradas, ventanas. Desde aquella fugaz primera vez, la que te vi sonriendo en la esquina, quise compartir contigo toda mi vida.
Y de repente lo vi todo claro.
ResponderEliminarNo era casualidad q noche tras noche soñara lo mismo. Mi subconsciente me lo estaba gritando bien alto.
Cada noche veía sus ojos en mis sueños y mis manos acariciaban su suave piel.
Cada mañana despertaba angustiada y con la tripa revuelta.
Por mas q pensaba no caía en la cuenta de qué me ocurría, yo nunca había pensado mucho en esas cosas, de hecho, no me atraían nada.
Pero ese día caí: 29, 30, 31, oh, oh!
Llamé a Manuel -Cariño, vamos a ser tres!
y de repente sumida en mis pensamientos, en el rutinario trabajo del día a día...oí su voz..dulce, cándida..miré y vi sus ojos, en ellos descubrí una dulzura inmensa...él pidió un café y yo pedí pasar el resto de mi vida con él...Cada mañana vuelvo a oír esa misma voz...me da los buenos días y yo sigo pidiendo a la vida que me deje vivirla con él...
ResponderEliminarEl último comentario es mío¡¡¡ soy Patty¡¡¡¡
ResponderEliminarFugaz primera vez, que dificil es no sentirte caminar dentro de mis pensamientos, insistes como si se tratara de un desfile.
ResponderEliminarSin embargo, me he propuesto reordenar mis sentimientos y pasarte -sin aceptar ofertas- a la seccion olvido, insisto una y otra vez, olvido que te olvido, y todo empieza nuevamente: luces de medianoche, caminar sin contar los pasos, saltarme los semàforos...buscar fuera lo que dentro no consigo: no esperar màs ver tu nombre en mi puerta y no imaginar comienzos a historias de algo que jamàs he vivido.
Fugaz primera vez en el tiempo... nunca pensé que iba a ser tan difícil sentir la nada bajo mis pies... aire, atmósfera densa, nube vaporosa...
ResponderEliminarY de repente, agua, tierra, luces en la oscuridad, sentimiento de lejanía de lo más querido que se hace espeso...
Acababa de cruzar el Atlántico por vez primera...
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ResponderEliminarFugaz primera vez... solo un fugaz cruce de miradas, tus profundos ojos azules, la inmensa sonrisa en tus labios que me deslumbra, el olor de tu perfume altera mis sentidos... y empiezo oír fuertes latidos de mi corazón y una ola de calor me recorre por dentro. Una sensación extraña pero tan dulce se apodera de mí. Ya no puedo controlar mis pensamientos y no puedo apartar la mirada de ti, mi interior se vuelve un caos, el deseo de besarte ahoga mi respiración. Te acercas y le das un beso a otra mujer: “Hola cariño, te echaba tanto de menos!”...Como deseaba en aquel instante que fueses mío!
ResponderEliminar...La fría brisa de otoño me vuelve a la realidad.
Y de repente quedo claro; Si en vano hubiese sido trovador, no hubiera melómanos; por eso me dedico a contar estrellas (ya sean noches de tristeza o mediterráneas) y a etiquetar los sueños cosechados en aquellas noches estrelladas...
ResponderEliminarEl problema de esta profesión, llega ineludible cada mañana; ¿Còmo retornar a mi cuerpo sin hacer de esas ajenas sensaciones, un recuerdo? ...
Decidì entonces pedir ayuda y confieso: He llenado de flores a Krisna, al llegar a su consulta; pero me devolvió a casa sin receta, por eso repito el balcón cada noche, sin guitarra y con estrellas.