Entramos en campaña y vuelven a sonar con fuerza las energías renovables. Me gusta que se hable del tema aunque también pienso que es mejor actuar que hablar, me refiero a que desde siempre, el que golpea primero golpea más fuerte, es decir, tenemos y debemos de ser de los países que entremos con mas fuerza en ese campo, lo tenemos todo como país para liderar el cambio energético, tenemos sol, miles de kilómetros de costa, luego tenemos agua, y en cuanto al viento pues ni mas ni menos que los demás.
Dentro de las energías renovables nos encontramos dos tipos, las no contaminantes o limpias
El Sol: energía solar.
El viento: energía eólica.
Los ríos y corrientes de agua dulce: energía hidráulica.
Los mares y océanos: energía mareomotriz.
El calor de la Tierra: energía geotérmica.
Las olas: energía undimotriz.
Y las contaminantes se obtienen a partir de la materia orgánica o biomasa, y se pueden utilizar directamente como combustible (madera u otra materia vegetal sólida), bien convertida en bioetanol o biogás mediante procesos de fermentación orgánica o en biodiésel, mediante reacciones de transesterificación y de los residuos urbanos. Con éstas nos encontramos que en este proceso de fermentación generan dióxido de carbono y gas de efecto invernadero, aunque se consideran renovables porque se asegura que esos residuos se utilizan para el siguiente proceso...
Somos un país que tenemos nuestras limitaciones como tal, no disponemos de determinados recursos que en la actualidad debemos importar, como petroleo, gas o incluso energía nuclear, repito, demos de una vez el salto a las renovables, lo tenemos todo para abanderar el cambio en Europa, tenemos sol, mucho sol, creemos industria de paneles, generará miles de puestos de trabajo, tenemos mar, miles de kilómetros de costa para aprovechar las mareas, tenemos kilómetros y kilómetros de meseta, soleada y ventosa, hagamos parques eólicos y solares que sean la envidia del continente, pero sobre todo debemos hacerlo bien, hagamos del caos económico global actual una economía sostenible donde unamos las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.
P.D. Eso si, para Rajoy la economía sostenible es, y seguirá siendo, por desgracia, un tema para bromear, que triste.
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